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Etapa orquesta vacía

DE MOZART: EINE KLEINE NACHTMUSIK, KV 525

  • Foto del escritor: Jakob Viñas
    Jakob Viñas
  • 25 feb
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 26 feb

Resumen


Aunque K. 525 es una de las obras más conocidas de Mozart, los intérpretes tienden a considerarla una obra secundaria y, por lo tanto, recibe poca atención interpretativa.


Un estudio de la partitura manuscrita original del compositor revela una gran cantidad de detalles que a menudo se pasan por alto en las interpretaciones.


Nos centraremos aquí sólo en la famosa apertura de la obra para descubrir que el primer tema propiamente dicho comienza poco después y que los famosos acordes que se despliegan al principio sirven únicamente a modo de 'fanfarria'.


Cabe destacar que la obra tiene la misma calidad que sus otras grandes obras del mismo período y, como siempre, muestra un gusto y una elegancia exquisitos.


1. El manuscrito original


Lo más llamativo al observar el manuscrito original es la ausencia del fuerte (f) al inicio, justo en los famosos acordes plegados.





Los símbolos tipo f al principio, pero en el segundo compás, son símbolos de repetición, como se puede ver a continuación:



El unísono instrumental del inicio, pero también la variada instrumentación con melodía en los primeros violines, acompañamiento en los segundos violines y bajo armónico en los violonchelos y contrabajos revelan que el primer tema de este movimiento sonata comienza justo aquí (compás 3).


Por regla general, en todas las ediciones aparece un forte (f) encima de este comienzo, quizás porque el propio Mozart escribió el forte (f) en la repetición del tema.


Como siempre, el genio de Mozart está fuera de toda duda. El punto fuerte de la recapitulación está plenamente justificado musicalmente por la sorpresa que se produce tras el pasaje de piano precedente (p), pero no al principio de la obra, donde funciona como una "fanfarria" en el sentido de que "atrae" la atención del público poco antes de que comience el primer tema.


2. Análisis


Aunque sólo intervienen la tónica y el acorde de séptima dominante en la tonalidad mayor (sol mayor), la extraordinaria imaginación melódica y rítmica de Mozart hace que este comienzo parezca una melodía real.


El tema comienza pues en el compás 5, y el momento de mayor tensión se da en el compás 6 en el trino de la melodía con el acorde de séptima dominante y su disonancia, para luego disolverse en la elegante apoyatura de la melodía en el compás siguiente (7).


En mi opinión, todo esto suena muy lógico para cualquier músico, pero las tensiones deben ser “interpretadas”, es decir, el oyente debe poder escucharlas.


El análisis armónico nos proporciona las tensiones y resoluciones, pero también vemos el ingenio de Mozart en el tratamiento de los acompañamientos y el perfecto equilibrio de las voces.


El clímax se produce en el compás 22, después de la escala ascendente.


El tema se resuelve en una sección que lleva los bajos y las violas al primer plano, para luego terminar nuevamente en la dominante, creando tensión e impulsando la obra hacia adelante.


3. Interpretación sugerida


La interpretación sugerida se basa en el análisis anterior, a partir de toda la información del manuscrito (f, p, fp, etc.), y enfatiza esencialmente los pasajes, haciendo matices dinámicos donde son necesarios para una mayor claridad y para apoyar la percepción estructural de la obra.


El acompañamiento de la melodía es “activo”, es decir



Por último, es importante preparar el pasaje antes del clímax (compás 22) con un pianissimo (pp) para conseguir un mayor efecto a través del contraste.


4. Notas sobre el tempo


Como siempre decimos, el tempo debe ser lo suficientemente rápido para que nuestros oídos capten todo el contenido musical, pero lo suficientemente lento para captar todos los detalles.


Las versiones de los años 70 y 80 son generalmente demasiado lentas, mientras que las versiones actuales son demasiado rápidas.


Para mí, un tempo entre 125 y 135 negras es fácil de entender y además nos permite escuchar todos los detalles interpretativos.


5. Conclusión


La estructura formal, armónica, melódica, etc. de la obra es muy importante para reconocer la música completa de una obra de Mozart y traducirla en una "interpretación" en la partitura.


Al igual que en una película de cine, identificar correctamente los clímax y todas las estructuras mayores y menores permite que todo el discurso musical sea más orgánico y efectivo.


Puedes escuchar esta interpretación del famoso movimiento de Mozart aquí:



Concierto en directo desde el AUDITORIO NACIONAL DE MADRID

Conjunto musical ilustrado

Jakob Viñas, director


¡Disfrutar!

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